La Fuente de los Leones en el Alto de la Dehesa (Archivo Histórico Provincial)
____
El 19 de noviembre de 1954 se inauguró el Monumento a los Caídos en el Alto de la Dehesa, que fue la excusa perfecta para que no tardara en convertirse el entorno en mingitorio público cuando no en lugar habitual de prácticas de otro tipo relacionadas con actividades que nada tenían que ver con el espíritu de su construcción. Allí estuvo hasta la legislatura municipal que siguió a la conocida como del tripartito, cuando los continuadores, o sea, el bipartito Partido Popular-Iniciativa para el Desarrollo de Soria (PP-IDES), ese extraño maridaje que allanó el camino a los populares y posibilitó que éstos recuperaran el gobierno del ayuntamiento de la ciudad tomó la decisión de tirarlo, con lo que la zona, que estaba hecha unos zorros, volvió a presentar el aspecto que nunca debió perder.
Para ello hubo que retirar previamente la entrañable Fuente de los Leones, de trayectoria tan antigua como errática, a la que le ha costó encontrar, parece que esta vez sí, acomodo definitivo por más de los reiterados intentos por buscárselo y dejarla de una vez en paz. La experiencia viene demostrando que no es fácil, al extremo de que hubo una época no lejana, a mediados del siglo pasado, en que hasta se llegó a plantear seriamente retirarla de manera definitiva. No gustaba entonces y tampoco hoy, para qué vamos a engañarnos, por más que se tolere y hasta se reparen los sucesivos daños que de vez en cuando se le ocasionan.
La realidad es que a mediados de 1936 la Fuente de Los Leones se desmontó de la Plaza Mayor para restaurarla. Se trasladó al Alto de la Dehesa, donde estuvo hasta el año 1954, cuando al decidirse allí la construcción del Monumento a los Caídos no hubo más remedio que retirarla. Se pensó en principio instalarla en la plaza de San Pedro, en el lugar que ocupaba la fuente que había en el frontal, y efectivamente allí estuvieron apiladas durante un buen tiempo las piezas debidamente catalogadas, pero la fuente no llegó a montarse. Estaba en proyecto la reordenación del tramo de la calle Real hasta las ruinas de San Nicolás, como efectivamente así se llevó a cabo, y hubo que desistir de la idea.
En vista de ello se tomó la determinación de ponerla en la plaza de Cinco Villas, frente al grupo escolar San Saturio, el de La Arboleda, pero la idea tampoco cuajó. Por fin se le buscó acomodo en el Parque del Castillo, cerca de la histórica Torre de los Franceses, al final del paseo central, en la zona sur, en el que permaneció hasta que concluyó la última remodelación de la Plaza Mayor, al final de la década de los ochenta, a la que volvía cincuenta años después, para lo que previamente fue preciso retirar la fuente de surtidores que ha ahora se pretende reinstalar al final del paseo del Espolón, en la rotonda.
En todo caso la vuelta de la Fuente de los Leones a la Plaza Mayor iba a llevar aparejada una particularidad notable, la de su ubicación, pues si bien hoy, delante del Arco del Cuerno, está orientada hacia la Casa Consistorial de los Doce Linajes y la calle Las Fuentes, en la etapa anterior, es decir antes de iniciar el largo peregrinaje que terminó con su traslado al Alto de la Dehesa, estuvo en el lado derecho de la plaza nada más llegar a ella desde El Collado, mirando al reloj de la Audiencia, en el rincón de la casa donde estuvieron el taller de “El armero” y las oficinas de la Sociedad de Cazadores.