El obelisco a San Saturio en el Mirón la mañana del 15 de mayo de 2017 (Joaquín Alcalde)
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Este lunes, o sea hoy, es la festividad de San Isidro Labrador, patrón de los agricultores, y día grande en la ermita de Nuestra Señora del Mirón, patrona de la Tierra de Soria. Una celebración, en todo caso, venida a menos, como tantas y tantas de las que tradicionalmente se conmemoraban en la ciudad.
En otras ocasiones –bastantes- nos hemos ocupado de la cita de cada 15 de mayo en la ermita y pradera del Mirón. Esta vez, sin embargo, prescindimos de la cita anual, que se ha convertido en una rutina más, y vamos a detenernos en el obelisco erigido a San Saturio, patrón de la Ciudad, situado frente a la ermita del que apenas se habla –tampoco se ha escrito mucho- y apenas se conoce su historia, que tampoco tiene ningún secreto.
Un monumento ciertamente curioso que fue levantado el año 1755, según la inscripción que figura en el basamento del mismo, cuyo texto es el siguiente: “Esta obra se hizo a costa de Felipe Moreno Medina y su Maestro Juan Antonio Miguel, naturales y vecinos de esta ciudad. Año 1755”.
¿Pero, quienes eran estos señores? Felipe Moreno Medina –el costeador de la obra- fue un rico canónigo Beneficiado de la Insigne Iglesia Colegiata de San Pedro, de Soria. Y Juan Antonio Miguel, un excelente escultor soriano. Los dos figuraban mucho por aquellos tiempos del siglo XVIII en todo el ámbito nacional y hasta internacional.
Sea como fuere, el obelisco es referencia obligada y testigo mudo de la presencia de infinidad de visitantes que no pueden por menos que posar junto a él o tomarlo como para dejar constancia gráfica de su paso por la ermita y su entorno.