Concurso de corte de troncos en el Campo de Fútbol de San Andrés (Archivo Histórico Provincial)
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Retomamos el tema que habíamos dejado aparcado unas semanas atrás.
El corte de troncos se ha recuperado felizmente de unos años a esta parte, aunque por su indudable arraigo el Frente de Juventudes, en sus años de pujanza, se preocupó muy mucho de que no faltara en el calendario de actividades que organizaba con motivo de la fiesta anual de la Organización Juvenil. La competición, a la que acudían los mejores especialistas de la provincia, solía celebrarse en la capital, en el campo de fútbol de San Andrés -en ocasiones también en la plaza de toros- y asistía mucho público. Era individual y por parejas, según los casos. Y los cortadores generalmente jóvenes trabajadores del monte de los pueblos de pinares que provistos de hachas normales o bien de doble hoja debían dar dos cortes al tronco que se colocaba siempre en posición horizontal. El que menor tiempo invertía en el corte había ganado. La supresión del Movimiento terminó con las fiestas del Frente de Juventudes y con el corte de troncos que posteriormente han revitalizado algunos ayuntamientos al incluirlo en su programación festiva.
El viejo trinquete de la calle Zapatería, que todavía debe conservarse e incluso hace unos años se habló del intento de recuperarlo, fue el frontón de la capital por antonomasia. Saturio Martín Brieva estuvo mucho tiempo al frente de él. Pero había quien prefería el de San Andrés, durante muchos años con importantes carencias que lo mantuvieron prácticamente inservible, en el que se celebraban partidos en fechas señaladas, como las fiestas de San Saturio. Más tarde fueron el de Tardelcuende, cuando mediados los años setenta del siglo pasado la Obra Sindical Educación y Descanso, que estaba a punto de desaparecer a consecuencia del cambio político operado en España, cerró la instalación para acometer la remodelación sin sentido que resultó de aquel proyecto tan ambicioso que se vendió entonces a los sorianos, y el Polideportivo de la Juventud antes de la última remodelación lógicamente, en el que llegaron a disputarse partidos de cesta punta siendo José Mari Barrón presidente de la Federación de Pelota. Claro que a la pelota se jugaba en la capital aprovechando cualquier pared que los chicos encontraban idónea aún a riesgo de cometer algún desaguisado, nada infrecuente, que solía tener por destinatario los cristales de las ventanas de las viviendas próximas.