EL COLEGIO DE LAS ESCOLAPIAS

Chalé de la calle Loperráez, en el Alto de la Dehesa, primera sede de las Escolapias en Soria (Archivo Histórico Provincial)

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Habían pasado las fiestas de San Saturio de 1949 cuando se conocía la noticia de la llegada a Soria de la Reverenda Madre de las Escolapias, sor Pilar Solsona, acompañada de otra religiosa de la Orden para fundar un colegio en la ciudad dedicado a la primera enseñanza. Otras fuentes sitúan el nacimiento del oficialmente llamado colegio de Santa Teresa de Jesús un año antes, en 1948. En todo caso el proyecto debía estar lo suficientemente avanzado porque esta primera información que trascendió a la opinión pública soriana ya anunciaba el periodo de matrícula y el comienzo de las clases aquel mismo año -1949- en uno de los chalés de la calle Loperráez, en el Alto de la Dehesa, como así fue.

Pero el edificio se debió quedar pequeño o situados en la época acaso estuviera alejado del centro de la ciudad, pero el hecho cierto es que las Escolapias no tardaron en trasladarse a un lugar no tan retirado, frente a la iglesia de Santo Domingo, donde había estado el Gobierno Civil y más tarde un pequeño hotel de vida efímera, en tanto buscaban acomodo definitivo. Antes, todavía en 1950, el Colegio estuvo funcionando en la calle San Benito, enfrente de donde se encuentra en la actualidad, cuyo estreno, por cierto, tuvo que demorarse a consecuencia de las obras de acondicionamiento de las instalaciones. Pues, en efecto, bien entrado ya el mes de octubre del citado año 1950 se ponía en conocimiento de las familias de las alumnas que las clases comenzarían en noviembre.

Por fin, en el mes de septiembre de 1952, el pleno del ayuntamiento de Soria del día 3 conocía la petición de la Superiora de las Madres Escolapias solicitando la venta de un solar en el que construir el nuevo colegio. En aquella sesión, el alcalde Eusebio Fernández de Velasco dio cuenta de las conversaciones que había mantenido con la Madre General de las religiosas y del ofrecimiento de terrenos en la plaza existente delante del Campo de Deportes de San Andrés que muy bien podrían ser parte de los que ocupaba la llamada entonces cerrada [posteriormente huerta] de San Francisco.

Algunos meses después se supo que la Comunidad de las Madres Escolapias volvía a solicitar al consistorio la adquisición de un solar para la construcción de un edificio de cuatro plantas que iba a suponer de hecho el punto de partida del complejo y dilatado en el tiempo expediente administrativo previo a la construcción del edificio del paseo del Espolón, que comenzó a funcionar en el curso 1957-1958. La información de un periódico de la época cita la fecha del 13 de octubre de 1957 como la del comienzo de la andadura del nuevo colegio en la ubicación de la que ya no se ha movido.