DEL SURTIDOR DE GASOLINA AL AUTOSERVICIO

La recientemente cerrada gasolinera, conocida como de Gonzalo Ruiz, de la calle Fueros, en obras (Archivo Histórico Provincial)

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No hace mucho, a punto de finalizar el mes de diciembre de 2019, ha cerrado la gasolinera de la calle Fueros, comercialmente de Los Linajes, y conocida por los sorianos más viejos como de Gonzalo Ruiz, su promotor, como veremos más adelante.

En el casco urbano había instalados entonces tres de aquellos viejos aparatos suministradores de gasolina, los únicos: uno frente al Hotel Comercio, en la actual plaza de los Jurados de Cuadrilla que dicho sea de paso entonces no tenía nombre, luego de que se produjera el traslado forzoso desde la aledaña de Mariano Granados del que resultó ser el primer surtidor de gasolina con que contó la ciudad a raíz de la construcción en los primeros años treinta de la conocida popularmente como plaza del Chupete según el proyecto del arquitecto municipal Ramón Martiarena. Surtidor, por cierto, que permaneció en su nueva ubicación hasta mediada la década de los cincuenta. Otro de estos artilugios –técnicamente postes, cuyo titular era Ciriaco Caballero- estuvo instalado en la calle Tejera a la altura del cruce de esta con la del Campo, cuando el entorno estaba todavía sin urbanizar, pues al tratarse de una carretera general, que se decía entonces, era lugar de paso obligado del tráfico foráneo que tenía que cruzar la ciudad cualquiera que fuera su destino. Y hubo un tercero en los talleres y cocheras de Gonzalo Ruiz, al final de la calle Sorovega, junto a la plaza Mayor, también de atención al público exceptuado el periodo de la Guerra Civil durante el cual únicamente se dispensó carburante a los coches oficiales y a los de las empresas autorizadas. Aunque con anterioridad, funcionó otro en la confluencia de la calle Santo Tomé con la carretera de Logroño, frente a los antiguos Talleres Santamaría.

En todo caso, los nuevos tiempos trajeron la modernidad a esta actividad, de tal manera que todavía en el año 1947, el pleno del Ayuntamiento de la ciudad del 14 de agosto presidido por el primer teniente de alcalde, el farmacéutico Jesús Martínez Borque, conocía un escrito del industrial de esta plaza Gonzalo Ruiz Pedroviejo manifestando que había sido autorizada por la Compañía del Monopolio de Petróleos (CAMPSA) y por lo tanto solicitaba la construcción, dicho textualmente, de un edificio en los montes cercanos a la calle de las Cortes de Soria, próximos a la estación de tren Soria-San Francisco, la del Torralba, como era llamada en la época, en los que terminaría levantándose la gasolinera conocida comercialmente como de Los Linajes, la primera y más antigua de cuantas seguían funcionando en la actualidad, en una encrucijada muy cerca del centro urbano situados en el momento. Decimos bien, seguía funcionando, pues acaba de cerrar –no ha trascendido si de manera temporal o definitivamente- por más que el cese en la actividad fuera un secreto a voces hace ya unos meses.

Más tarde, en 1960, se inauguraba la llamada originariamente estación de servicio CICA en razón del nombre de su dueño, el citado con anterioridad Ciriaco Caballero, que no fue sino la emplazada en la avenida de Valladolid, en la carretera de circunvalación, frente a los Cocherones de Obras Públicas (donde se ubicó casi treinta años después la Estación de Autobuses), un nudo clave en el que confluían las carreteras que nacionales que atravesaban la ciudad.

Dos años largos después, en el mes de noviembre de 1962, comenzaría a funcionar la de San Andrés, en el tramo intermedio de la recién nombrada carretera de circunvalación. Y más tarde la del Caballo Blanco en otro enclave estratégico a las afueras de la ciudad. Pero esta es otra historia.