La iglesia de La Mayor con la puerta antigua (Archivo Histórico (Provincial)
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Este domingo, 17 de enero, es la festividad de San Antonio Abad, San Antón, que resulta más familiar, ligado a una de las muchas tradiciones que al menos antaño tenían lugar en el arranque del año. Aquí, en la capital, no es que tuviera un especial seguimiento, pues apenas trascendía los límites del ámbito profesional –empresarios y trabajadores- de la ganadería, más bien al contrario estuvo mucho tiempo sin celebrarse hasta que en los años cincuenta del siglo pasado la Organización Sindical se empleó en la tarea de restaurar con carácter general las fiestas patronales de los distintos Gremios y Sindicatos, y entre ellas esta de San Antón, la primera, o una de las primeras, en el santoral después del Año Nuevo.
No han quedado demasiadas referencias del desarrollo de la celebración en esta etapa pero sí las suficientes como para saber que tenía lugar en la iglesia de La Mayor, a la que cada 17 de enero tenían por costumbre acudir quienes se hallaban encuadrados en el Sindicato Provincial de Ganadería. El oficio de la misa con panegírico del santo incluido corría de cuenta del párroco. Al término de la ceremonia salía una procesión “auténticamente gremial, casi familiar”, se escribió en el boletín Recuerda que editaba el sindicato vertical, con la imagen de San Antonio Abad a hombros de los ganaderos sorianos que recorría la calle principal de la ciudad, o sea el Collado, que se anunciaba con el lanzamiento de cohetes. Unos momentos antes habían sido bendecidos en la puerta del templo los frutos presentados, y en alguna ocasión se celebró un concurso de ganados de distintas especies. A veces, la jornada se completaba con una conferencia abierta al público en una de las salas de espectáculos de la ciudad. Pero pese a todo, el hecho cierto es que la fiesta no llegó a arraigar y acabó despareciendo. Fue en el año 2007 cuando la Asociación Redención de defensa de los animales recuperó la tradición perdida con una misa en la moderna parroquia de Santa Bárbara en tanto que el Club Hípico de Soria iniciaba su actividad con la bendición de caballos en la cuadra Antares, en las proximidades de la capital, también el día de San Antón.