El PAES DE FRANCO

Las autoridades sorianas con Franco el 8 de marzo de 1961 entregándole la Memoria con los problemas vitales de Soria y las posibles soluciones.

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Desde que el viernes 6 de mayo de 2005 el Consejo de Ministros aprobara el Plan de Actuación Específico para Soria (PAES para no perdernos), que algún sector afín llegó a calificar de histórico, no han dejado de anunciarse y proliferar iniciativas semejantes, de muy diversa denominación y origen. Otra cosa bien distinta es el resultado a la vista de la realidad actual.

En cualquier caso, aquel viernes de mayo de 2005 debió ser histórico cuando menos para un sector de la clase política soriana personificada en la imagen que tuvo la oportunidad de presenciar uno mismo, al caer la tarde, ante la puerta principal de la Subdelegación del Gobierno, con un conocido y exultante parlamentario socialista como protagonista –el nombre es lo de menos-, cuyo rostro henchido de felicidad al abandonar el edificio y los expresivos ademanes fruto del ensimismamiento en que se hallaba sumido malamente podían contener la importancia que, al menos él, concedía a la decisión que acababa de tomar el gabinete ministerial y el momento de dulzura que, sin duda, estaba viviendo; vamos como si estuviera en una nube.

Sin embargo esto del Plan Actual Específico para Soria, o sea PAES, no supuso ninguna novedad extraordinaria aunque en su día se vendiera como tal y se anunciara a bombo y platillo porque en el Régimen anterior también se aprobaron algunas iniciativas de esta índole, o parecida, aunque quizá la de mayor repercusión mediática fuera la “Memoria en la que se detallan los problemas vitales y posibles soluciones de la provincia de Soria” que las autoridades sorianas se encargaron de presentar al Jefe del Estado el 8 de marzo de 1961. Resulta, que exactamente un año antes había sido nombrado Gobernador Civil de la provincia Eduardo Cañizares Navarro; y una de las primeras actuaciones que emprendió fue la elaboración de un exhaustivo catálogo de las iniciativas a desarrollar en el que implicó a las instituciones públicas sorianas con el fin de hacérselo llegar al General Franco y que conociera de primera mano una realidad que ya entonces era apremiante.

A “la visita que efectuó nuestro gobernador civil, don Eduardo Cañizares Navarro, acompañado del obispo de la diócesis, doctor don Saturnino Rubio Montiel, del subjefe provincial del Movimiento, don Gabriel Cisneros Hernández, y de una Comisión de primeras autoridades sorianas [al Jefe del Estado] con el fin presentar a Su Excelencia” el aludido documento, el trisemanario oficialista Campo Soriano dio una cobertura especial subrayando en la entradilla de la información que “la Comisión fue presidida por los ministros de la Gobernación y Secretario General del Movimiento” y que el Generalísimo “estrechó la mano a todos y cada uno de los componentes de la misma”, con los que estuvo reunido “exactamente una hora”, prometiéndoles estudiar “con sumo cariño” el proyecto que “bajo la dirección de nuestra primera autoridad civil  ha sido redactado por los técnicos que prestan sus servicios en los diversos Organismos de la provincia”. Todo ello bajo un gran titular a toda página, en la primera del periódico, y un cuerpo de letra de tamaño desacostumbrado: “Un amplio plan para el resurgimiento de Soria ha sido presentado por nuestro Gobernador a Franco”, reforzado con el subtítulo “Comprende mejoras ganaderas y agrícolas, industrialización de la madera, instalación de fábricas y el aumento de energía eléctrica”, que se completaba con el siguiente: “Caso de ser aprobado se conseguirá un incremento de la renta “per cápita” en  unas veintidós mil quinientas pesetas”, antes de entrar en los detalles pormenorizados del documento, que no se escatimaron.

El hecho debió ser lo suficientemente importante porque el otro periódico que salía en la capital, Soria-Hogar y Pueblo, nada sospechoso, más bien lo contrario, de seguir los dictados del oficialismo, no dudó abrir la edición con titular tan pomposo como “Puede ser un día histórico para Soria”, que conociendo la línea editorial ahorra cualquier comentario.