LA URBANIZACIÓN DEL CAMPO DEL FERIAL (y II)

El triángulo de la calle Campo todavía sin edificar (Archivo Histórico Provincial)

_____

El ayuntamiento llevaba ya unos cuantos años trabajando en el empeño y, por qué no, recibiendo quejas como la que formuló el máximo responsable de la administración postal en Soria “solicitando el traslado del mercado que tiene lugar los jueves en la parte posterior del edificio de Correos por los trastornos que ocasionan los tratantes que ocupan las aceras y puertas del citado edificio”, al tiempo que la Hermandad Sindical Provincial de Labradores y Ganaderos proponía la adquisición de unos terrenos comprendidos entre Santa Bárbara y el Paseo de la Florida para la instalación del mercado semanal, el ferial y el descansadero de ganado, que no llegó a materializarse. Como tampoco el anunciado hasta la saciedad proyecto de abrir una nueva calle que sirviera de conexión entre la recién urbanizada del Campo y la de Rota de Calatañazor atravesando la de la Tejera. De la calle Campo hacía ya tiempo que se había retirado la fuente y el abrevadero y trasladado a la parte baja del riscal de Las Pedrizas, donde está ubicado ahora el colegio y comienza la zona de discobares. La iniciativa, de la que nada más se supo y eso que el enorme panel explicativo de la actuación, con croquis incluido de cómo se contemplaba el resultado, estuvo la tira de años colgado en la fachada del inmueble afectado, se ejecutaría sólo a medias algunas décadas después cuando las necesidades del céntrico y emergente barrio poco o nada tenían que ver con las que en su día habían aconsejado abordar tan ambiciosa actuación. Pues, en efecto, derivó en el conocido pasaje particular, en una de las construcciones de la calle Tejera, que además de no responder ni de largo a las previsiones iniciales ni siquiera sirvió para paliar una problemática que los munícipes intuyeron en los años cuarenta o acaso antes. Sí es que no la “nueva vía de 18 metros”, de que se habló entonces, entre la calle Mesta –en la parte más próxima a la plaza de toros- y la Plaza del Vergel, que tampoco consiguió salir adelante, al menos según la idea que se presentó a los sorianos.

En todo caso, la reconversión de la zona era irreversible y, como consecuencia, el desarrollo de las aledañas, que no muchos años después ofrecían un aspecto difícilmente imaginable a la luz de las necesidades y de la realidad de una época complicada y difícil. No obstante en el conocido como triángulo de la calle Campo, que no era otro sino la parcela que actualmente ocupa el edificio de Cultura de la Junta de Castilla y León, aún estuvieron instalándose durante algunos años los circos y teatros ambulantes que llegaban a la ciudad hasta que el jueves 18 de enero de 1973 se firmó ante notario la escritura de cesión del solar para construir en él la Casa del Movimiento, con el propósito de reunir todas las dependencias del partido único dispersas por la ciudad, que no llegó a estrenarse como tal.