ALGUNOS DATOS SOBRE EL CAMPO DE DEPORTES DE SAN ANDRÉS

 

Vista panorámica del Campo de Deportes de San Andrés durante un partido de fútbol (Archivo Histórico Provincial)

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El histórico Campo de Deportes de San Andrés fue una de las construcciones más representativas de la ciudad de la posguerra. Levantado en el ecuador de los años cuarenta, en la actualidad es una instalación prácticamente nueva. Sí, decimos prácticamente, porque, en efecto, parte del cerramiento, el de piedra que lo circunda, sigue siendo el original. El resto nada tiene que ver con el antiguo.

Ya hemos dicho en alguna ocasión que la remodelación del recinto ha sido uno de los muchos despropósitos en materia urbanística que se han acometido en la ciudad, pues si bien es cierto que cuando se proyectó se encontraba en las afueras de la población, con el ensanche de la ciudad por la zona oeste ha pasado a estar en el mismísimo centro urbano. Es decir, que cuando se abordó la remodelación acaso hubiera merecido la pena contemplar su derribo y construir uno nuevo en una de las zonas emergentes de la ciudad, máxime teniendo en cuenta la proximidad de otra instalación deportiva, el Polideportivo de la Juventud, que tampoco tiene nada que ver con el original.

En todo caso no es nuestro propósito detenernos en lo que lamentablemente es irreversible y sí ofrecer algunas pinceladas de cómo se gestó el viejo recinto deportivo.

Corría el mes de agosto de 1923 cuando se conoció la constitución del equipo de fútbol del Club Estade Soriano y la disputa del primer partido en El Royo-Derroñadas.

Unos meses después, en marzo de 1924, se supo que la junta directiva de la entidad visitó al alcalde de la ciudad para plantearle la construcción de un campo de deportes, en tierras de labor situadas al oeste de la Alameda de Cervantes que se materializó en agosto de 1930, cuando la Corporación aprobó el proyecto de Ramón Martiarena valorado en casi medio millón de pesetas de las de entones. Las obras comenzaron en 1931, al tiempo que el Club Deportivo Numancia entró en escena y por lo que fuera (cabe suponer, con más que probable seguridad, que por la instauración de II República) el proyectó se paralizó.

No fue hasta terminada la Guerra Civil cuando se retomó el proyecto. Fue la Obra Sindical Educación y Descanso la que solicitó al ayuntamiento la concesión de la construcción de la instalación en el marco de un programa del Nuevo Régimen de alcance nacional. Se intensificaron los trabajos, de manera que el 1 de octubre de 1945 el Numancia, que acababa de federarse, pudo disputar su primer partido oficial, es decir, ya de competición, si bien es cierto que el estreno del recinto, con las obras todavía sin terminar, se produjo unos meses antes, el domingo 15 abril de 1945 con un partido que jugaron un equipo de Funcionarios de Soria y el Grupo de Empresa de S.E.S.A de Burgos, que ganaron estos 3-5.