EL SOLAR DEL CIRCO

La avenida de Valladolid con el espacio a la derecha mal llamado Solar del Circo (Alberto Arribas)

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Lo del Solar del Circo, por el espacio que hay en la avenida de Valladolid, en el lado derecho saliendo de la ciudad, cerca de la estación de autobuses, donde ha comenzado a construirse después de alguna que otra controversia con el urbanismo como trasfondo, como será fácil suponer a poco que se conozca la realidad del día a día, no deja de ser una majadería más, por decirlo de una manera suave, de las muchas que se sueltan a diario tanto da que sea en las redes sociales cuando no los propios políticos¡! (lo de políticos entiéndase como un eufemismo), por llamarlos de alguna manera, que esa es otra historia.

Resulta curioso, cuando menos, asistir a diario al continuo despropósito de intentar cambiar de arriba abajo la toponimia de la ciudad, desde la más absoluta de las ignorancias, sin ser conscientes del tremendo daño que hacen a la ciudadanía, que de todas estas historias sabe más, bastante más, que todos ellos –emisores y transmisores-, pero de manera especial a las raíces de una historia que, por más empeño que se ponga en conservarla, están cambiando por las buenas y sin sentido  alguno que la avale.

El Solar del Circo, como dicen los que se han empeñado en llamarlo ahora, no deja de ser sino el espacio donde estuvo la antigua fábrica de lejías “El blanquito” –marca, por cierto, soriana- y los cebaderos de Crescencio García –el Crescencio en los años que siguieron a la Guerra Civil-, colindante con la que entonces era conocida, y de hecho lo era, como la carretera de circunvalación de la ciudad, es decir, la calle/avenida de Eduardo Saavedra que conocemos en la actualidad, desde hace años una vía urbana más que dada la infraestructura viaria de la ciudad sigue soportando un tráfico importante, bien que de otro tipo.

Hasta que llegaron a instalarse ahí los circos ambulantes que vienen a la ciudad han pasado décadas y por parajes que no tienen absolutamente nada que ver con la ubicación que se está manejando alegremente ahora, sin meditar las consecuencias que, repetimos, no deja de ser sino una agresión más al largo listado de nombres propios con que cuenta la ciudad de Soria, que lamentablemente están en vías de desaparición no tanto a corto como a medio y largo plazo. ¡Qué pena!