LA CASA SINDICAL

La Casa Sindical en la calle Vicente Tutor.

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La FOES, la patronal soriana para que todo el mundo lo entienda, está de celebración al cumplirse cuarenta años de su fundación.

No es nuestro propósito referirnos a la actividad que ha desarrollado ni tampoco al programa de actos que desveló hace unos días, sino ofrecer unos cuantos datos acerca de cómo surgió la sede que ocupa en la calle Vicente Tutor y cuál fue el primer destino que tuvo.

El pistoletazo de salida de aquella importante ordenación urbana de la zona lo dio el Ayuntamiento de la capital en el pleno ordinario del 15 de enero de 1947 al acordar la subasta de las parcelas del Campo del Ferial. Tres meses después, el alcalde, Mariano Íñiguez García, anunciaba la licitación de los solares resultantes. Uno de estos espacios, en el que está ahora el edificio de la FOES, lo compraron los antiguos sindicatos para construir la Casa Sindical.

El sindicato vertical andaba necesitado “de un local amplio, cómodo y apropiado para la instalación y múltiples servicios que requiere la gran acción sindical”, según el órgano informativo Recuerda, a la sazón Boletín Sindical de la C.N.S. (Central Nacional Sindicalista) de Soria, que se encontraban malamente instalados –para nada funcionales, se diría hoy- en buena parte de la primera planta del Palacio de los Condes de Gómara. La adquisición del terreno, con una superficie de 792 metros cuadrados, fue producto de la que se presentó como una complicada operación mediante la cual el Ayuntamiento, “reconociendo el interés de la proyectada edificación”, concedió a la Organización Sindical una subvención de 20.000 pesetas y la exención del pago de la correspondiente licencia municipal de obras aunque con todo la institución gremial ingresó en las arcas públicas municipales la nada despreciable cantidad de 85.320 pesetas. Se trataba de un inmueble público importante en la no muy boyante infraestructura de edificios administrativos que iba a erigirse, como así fue, en una de las zonas de expansión de la ciudad, en la calle de Vicente Tutor.

El caso es que en fecha tan emblemática para el Régimen como era la del 18 de julio, en el año 1951 el obispo de la diócesis, Saturnino Rubio Montiel, bendecía la primera piedra de la edificación, según el proyecto del arquitecto de la Obra Sindical del Hogar y de Arquitectura. El presupuesto total de la obra importó casi dos millones y medio de pesetas, si bien es cierto que la inversión final superó los diez millones trescientas mil pesetas si se toma como referencia la publicación XX Años de Paz en el Movimiento Nacional bajo el Mando de Franco. Incremento motivado porque, según se explicó con detalle en su día, en el mes de febrero de 1954, por estimarse insuficientes las previsiones y aprovechando la oportunidad de que la Organización Sindical era propietaria de un solar contiguo a los anteriores que había sido adquirido con destino a la construcción de una policlínica para la Obra Sindical “18 de Julio”, tuvo que redactarse un nuevo proyecto reformado para la construcción de un edificio que albergara todos los servicios sindicales de la provincia, incluidos la Cámara Agraria Sindical, los Servicios Sindicales del Seguro de Enfermedad y el citado consultorio.

Así las cosas, el edificio no tardó en ser la realidad que se pretendía, con lo que los antiguos sindicatos abandonaron las instalaciones del palacio renacentista de los Condes de Gómara, que no tardó en adquirir el Ayuntamiento de la ciudad. Al cabo de los años, con el cambio de Régimen Político, el nuevo inmueble pasaron a ocuparlo otros inquilinos, entre ellos la patronal soriana, por más que el edificio, al menos su imagen exterior, no haya sufrido modificaciones sustanciales.