Portada del número uno de la Revista de Soria (primera época)
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La Revista de Soria, que edita la Diputación Provincial, ha iniciado una nueva etapa. No hace muchos días -el martes 30 de octubre de 2018- el Diputado de Cultura, Amancio Martínez, y la técnico del Departamento, Yolanda Martínez, presentaban a los medios el número 100 de la publicación, un monográfico dedicado a Numancia con motivo del 2150 aniversario de la gesta. Antes de seguir adelante no estará de más señalar que en realidad se trata del 101 puesto que el primero de la segunda época salió con el número 0.
En todo caso, la mayor novedad de este número, correspondiente a la primavera de 2018, tiene que ver con el diseño, de manera que, según los responsables de la institución provincial, se pretende que la publicación pueda resultar más atractiva para el lector y responda a los criterios de modernidad que exige la coyuntura actual.
No vamos a detenernos ahora en el contenido de este novedoso número que acaba de presentarse y mucho menos en la trayectoria de esta veterana publicación que ha pasado por vicisitudes muy diversas desde que en el primer trimestre de 1967 apareciera el primer número, como tampoco de la interrupción entre finales de 1978 y el mes de abril de 1993, cuando volvió a salir en la que se conoce como segunda etapa, siendo presidente de la Corporación Provincial Javier Gómez. Pero sí nos ha parecido oportuno dejar un breve apunte de cómo se gestó la Revista de Soria en los primeros años sesenta del siglo pasado.
Fue el miércoles 3 de abril de 1963 cuando el entonces presidente de la Diputación Provincial, el médico Juan Sala de Pablo, convocó a representantes de diversos sectores de la sociedad soriana relacionados con el mundo de la cultura, la enseñanza, el turismo y el periodismo a una reunión en el Palacio Provincial a la que asistieron el canónigo doctoral de la Concatedral, Carmelo Jiménez Gonzalo; Víctor Higes, concejal del ayuntamiento de la ciudad además de erudito y una autoridad en la investigación soriana de la época; Francisco Roncal, Delegado Provincial de Información y Turismo; Octavio Nieto, director del Instituto de Enseñanza Media (todavía no había tomado la denominación oficial de Antonio Machado); Heliodoro Carpintero, Inspector de Enseñanza Primaria; José Antonio Pérez-Rioja, director de la Casa de Cultura; Ricardo Apráiz, director del Museo Numantino; Jacinto Jimeno, director del periódico Hogar y Pueblo; Francisco Terrel, redactor del periódico Campo Soriano y funcionario de la Diputación, y José Pascual, Secretario de la Diputación Provincial.
Pues bien, la convocatoria tenía como objeto exponer a los reunidos el deseo del Gobernador Civil, Antonio Fernández-Pacheco, que había tomado posesión unos días antes, de que Soria en todas sus facetas históricas, artísticas, culturales, turísticas, deportivas, económicas, etc. “sea conocida por los que de fuera nos ignoran, y mejor comprendida y más amada por sus hijos residentes fuera de la provincia proyectándose a tal fin la creación de una asociación y de una revista que sirva de vinculación y lazo de unión de todos los sorianos, los residentes en Soria y los ausentes de la misma”. Dicho y hecho. En aquella misma reunión se nombraron diversas ponencias de estudio integradas por los asistentes y otras diversas personalidades, se dijo en las informaciones que trascendieron.
El caso es que el primer número de la Revista de Soria, dirigida en su primera época por Francisco [Paco] Terrel –tenía que haber necesariamente un responsable inscrito en el Registro Oficial de Periodistas-, tardó en salir a la calle casi cuatro años, pues no fue hasta la primavera de 1967 cuando pudo verse materializado el resultado de aquella reunión inspirada por el Gobernador Civil y Jefe Provincial del Movimiento. En el repetido primer número, el propio Presidente de la Diputación Provincial, Juan Sala de Pablo, dejaba constancia en su escrito de presentación del “agradecimiento a nuestra Presidente nato Excmo. Sr. Gobernador Civil, D. Antonio Fernández-Pacheco y González, a quien se debe la iniciativa y aliento” de crear la naciente Revista de Soria. Han transcurrido desde entonces cincuenta y cinco años.