Clientes del bar Urbión a la puerta del establecimiento en la Plaza de Herradores (Archivo Histórico Provincial).
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El último día del pasado mes de abril cerraba el bar Montico, en la calle Vicente Tutor, en la zona que hace años se bautizó como Tubo ancho para distinguirlo del Tubo de siempre. Decía adiós uno de los establecimientos al que la ciudadanía le había otorgado hacía ya tiempo la condición de histórico.
Cuando en la ciudad se habla de bares y tabernas que han marcado una época hay que hacer referencia necesariamente a otros muchos, y como por alguno hay que empezar comencemos el recorrido, para no perdernos, por la céntrica Plaza Herradores (de Ramón Benito Aceña en el callejero) en la que el verano de 2012 abría de nuevo sus puertas al público, en el lugar de siempre, la antigua Casa Apolonia, el Apolonia de toda la vida, uno de los establecimientos con más historia de los de su ramo si bien es cierto que el actual no tiene absolutamente nada que ver con el anterior. A diferencia de lo que ocurre en la actualidad en la Plaza de Herradores, bares, que se recuerde, no había más que tres: el Urbión, en el mismo lugar en el que desde hace años está establecida una tienda de papelería; pegado a él, el entrañable y ya citado Apolonia –con el comedor en la primera planta que se llenaba a rebosar especialmente los jueves, día de mercado-, local de reunión y de tertulia de los taxistas durante los largos, si es que no interminables, ratos de espera cuando tenían la parada en la plaza; y en la acera de enfrente el Imperial, un café de los de siempre con larga tradición taurina, primera sede de la naciente Peña Taurina Soriana. Desaparecidos tanto el Urbión como el Imperial, bastante antes aquel que este, que cerró al finalizar el año 1960, la actividad de la Plaza de Herradores, hasta entonces especialmente comercial, cambió de arriba abajo coincidiendo con las nuevas costumbres de los sorianos, que terminaron estableciéndola, por encima de todo, como lugar de encuentro. De este modo comenzaron a proliferar nuevos locales todos ellos relacionados con la hostelería hasta adquirir en no muchos años la configuración que presenta en la actualidad. Continuaremos.
he encontrado tu blog al buscar fotos antiguas de Soria, la verdad que esta muy bien el articulo, un cordial saludo!
Muchas gracias, Alfonso.
Un saludo,
Gracias por sus entrañables artículos sobre la ciudad, su vida y costumbres. Una cuestión: ¿cómo se llamaba el bar que en los años 50 estuvo en la calle Estudios, en los bajos del singular edificio neo mudéjar?. Recuerdo que en él había una Peña del Numancia (¿sede del Club?), con exposición de copas y trofeos. Un cordial saludo.
Muchas gracias, José María.
El bar a que se refiere es el Burgalés; allí tuvo sede el Numancia durante algunos años, peñas no tenía entonces ninguna, son todas más modernas, de la etapa reciente. La sede del Numancia propiamente dicha estaba en la zona trasera del bar.
Un cordial saludo,