El edificio de la Caja de Ahorros con el cine Avenida detrás, a la izquierda.
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Los que lo frecuentan a diario o los que circunstancialmente tuvieron ocasión de pasar el lunes 12 de este mes de julio por el centro de la ciudad pudieron advertir un movimiento nada habitual en la plaza de Mariano Granados –los más viejos la siguen llamando del chupete y los nostálgicos del general Yagüe, por lo del desaparecido monolito- y en concreto en el edificio que los sorianos conocemos como de la Caja de Ahorros, pues no conviene olvidar que la planta a pie de calle –también el sótano, donde estaban el salón de actos y una sala de exposiciones- y la entreplanta la estuvieron ocupando durante años las dependencias de la en aquellos años denominada Caja General de Ahorros y Préstamos de la Provincia de Soria –de la que ya hace tiempo que no queda nada- en una etapa de expansión y de crecimiento de la entrañable entidad de ahorro soriana. Vamos, la Caja de toda la vida.
El edificio de la Caja lleva ya varias décadas desocupado salvo el paréntesis en el que se instaló en él Junta de Castilla y León mientras se levantó el edificio de la Nueva Colmena en el Polígono de la Estación Vieja, con los desencuentros entre la Administración autonómica y el ayuntamiento de entonces, de diferente color político, de todos conocidos.
En la actualidad el inmueble es de propiedad particular y en él se va a actuar no sin que las redes sociales lleven tiempo echando chispas, y de manera especial los últimos días, a costa de la vinculación de un número determinado de plazas de garaje del parquin con el nuevo proyecto, que a medio y sobre todo largo plaza devendrá, con más que probable seguridad, en un embrollo jurídico, según observan juristas especialistas en derecho urbanístico. Sin que tampoco esté pasando desapercibido el nexo entre la operación Palacio de Alcántara de no hace tantos meses y esta. Edificio Plaza se llamará a partir de ahora el reconvertido inmueble.
Dicho lo cual no estará demás hacer algo de historia y señalar que para construir semejante mole fue necesario demoler el bonito chalé de la familia Carnicero, que otorgaba una personalidad definida al centro de la ciudad, sobre el que nadie dijo una palabra más alta que otra. Hoy, la construcción del edificio de la Caja y por supuesto el derribo de la villa hubiera levantado una polvareda de las que hacen época y tiene uno fundadas dudas de que se hubiera consumado.
Pues bien, el 6 de julio de 1975, domingo para más señas, se inauguró la que pasaría a ser sede de la Caja General de Ahorros y Préstamos de la Provincia de Soria con la parafernalia propia de la época. La de la plaza de San Esteban, la que alberga en la actualidad el Centro Cultural Gaya Nuño, se había quedado pequeña.