Edificio de la Comisaría de Policía y del Gobierno en la plaza de los Condes de Lérida (Archivo Histórico Provincial)
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No hace muchos días, el 24 del recién terminado mes de septiembre, el director general de la Policía, Francisco Pardo Piqueras, en comparecencia de descarado contenido propagandístico con el alcalde Carlos Martínez Mínguez, anunciaba en el Ayuntamiento de Soria el comienzo de las obras de la nueva Comisaría que situó “a finales del mes de noviembre o principios de diciembre”, en todo caso “antes de que finalice el año” [2021]. Una información, por otra parte prescindible, que más bien poco o nada venía a añadir a las ya conocidas.
Fue a finales del mes de julio de 2007 -¡casi nada!- cuando el alcalde socialista, Carlos Martínez Mínguez, que acababa de llegar a la alcaldía pidió al Delegado del Gobierno en Castilla y León, el también socialista Miguel Alejo, en su primera visita institucional a Soria, la construcción de una nueva Comisaría que agrupara a la Policía Nacional y a la Policía Local. Alejo se comprometió a trasladar la petición al Ministerio del Interior.
El caso es que a partir de ese preciso momento corrieron ríos de tinta acerca de un proyecto que cuando verdaderamente se ha movido o se han conocido avances sustanciales hasta que por fin tiene toda la pinta de ser irreversible, aunque en política nada se sabe, fue a partir de la visita en noviembre –ahora hará tres años- del Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a Berlanga de Duero (de donde es originaria la entonces Delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, que le acompañó en la visita). Aquel día dijo el Ministro que la construcción de una nueva Comisaría de Policía iba a llevarse a cabo en terrenos que cedería el Ayuntamiento en los Prados Bellacos, junto al parque de bomberos, descartándose, por tanto, ubicarla en el edificio de la Subdelegación del Gobierno, como pretendía al gobierno del Partido Popular.
Sea como fuere, no se trata tanto de hacer un relato cronológico como de señalar las diferentes ubicaciones que ha tenido la Comisaria de Policía en los últimos ochenta años, es decir, a partir de la guerra civil, siempre como unas dependencias más en los sucesivos edificios que vino ocupando el Gobierno Civil en su recorrer por la ciudad hasta que llegó el momento en que se tomó la decisión de separarla y por consiguiente de llevarla a un edificio diferente.
La Transición se daba por concluida y el Partido Socialista Obrero Español había obtenido una victoria aplastante en las Elecciones Generales de 1982. Unos meses después, el 14 de abril –fecha harto significativa- de 1983, siendo Gobernador el socialista José de la Puente -principal impulsor de la iniciativa- se consumaba el traslado de las dependencias policiales desde el Gobierno Civil (hoy Subdelegación del Gobierno) a un inmueble de la calle Nicolás Rabal, el que ocupó el Hotel Florida, uno de los establecimientos emblemáticos de la época, que desde el primer momento adoleció de falta de idoneidad.
Con anterioridad, la Comisaria de Policía había tenido su sede en la calle Alfonso VIII desde que en 1945 comenzara a funcionar allí la representación del Gobierno de la Nación. Con anterioridad había estado en la plaza de los Condes de Lérida (frente a la iglesia de Santo Domingo) a la que había llegado procedente de unos locales del Palacio de los Condes de Gómara, en ambos casos sede del Gobierno Civil. Es decir, que su sino había ido siempre ir de la mano del Gobernador Civil, máximo y único representante del Gobierno de la Nación en la provincia.