Las Casas del Ayuntamiento, que ya no existen, en una imagen de 2008 (Joaquín Alcalde)
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Habría que remontarse cuando menos sesenta años atrás, puede que alguno más, para encontrar referencia acerca de las primeras promociones de viviendas sociales, entonces llamadas así, que se construyeron en Soria en la época moderna, es decir, después de la Guerra. Fueron, en concreto, las levantadas en las proximidades de la dehesa, conocidas como las Casas del Ayuntamiento y de Falange, todavía hoy en pie, porque las primeras, demolidas hace unos años, han dado a paso a los bloques modernos que han cambiado por completo la fisonomía del entorno.
Y aunque la iniciativa de levantar la barriada surgió prácticamente de manera simultánea, fueron las de Falange, el grupo con las fachadas pintadas de blanco, las primeras que comenzaron a construirse. La noticia, no obstante, no mereció más atención en el diario del Movimiento, Duero, la cabecera de referencia de entonces en Soria, que un suelto en una de las páginas interiores, la dedicada a la información local, que curiosamente aprovechó para abrir. La referencia se limitaba a decir que “en los locales de los Sindicatos Provinciales y bajo la presidencia del delegado Provincial de Sindicatos, Camarada E. [Eusebio] Fernández de Velasco, ante el Notario de esta capital D. Andrés Moreno Cuesta, se celebró la apertura de pliegos para la adjudicación por contrata, de la construcción de 60 viviendas protegidas que la Obra Sindical del Hogar ha conseguido hacer realidad en nuestra capital. [Y que] realizada la apertura de pliegos, la adjudicación provisional de las obras se ha concedido a D. José María Verguizas”.
Apenas unos meses después –junio de 1944- era el ayuntamiento de Soria el que anunciaba la construcción en dos años de “60 viviendas protegidas para empleados” por valor de 1.735.000 pesetas (aun no 10.500 euros) y la adjudicación de las obras “a don Félix García Sancho de esta capital” por la mesa de contratación que “estuvo constituida por el señor alcalde camarada Jesús Posada Cacho, arquitecto señor Cabrerizo y Gestor Municipal señor Hernández”, publicó el periódico Duero, que se preocupó de subrayar que con esta construcción “el ayuntamiento de nuestra capital aporta su decisiva cooperación a la resolución de un problema de gran envergadura como es el de la escasez de viviendas”.