La actual Casa del Guarda de Valonsadero (Joaquín Alcalde)
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La construcción de la Casa del Guarda de Valonsadero cumple cien años. Pues, en efecto, en sesión del 29 de enero de 1923, el ayuntamiento de Soria conocía un informe de la Comisión de Montes y autorizaba a Ricardo Maíz la construcción de una casa en el monte Valonsadero “con la condición de que terminado el contrato de caza quede el edificio en beneficio de la finca sin que pueda ser enajenado a otra persona”. Así lo recogió el periódico Noticiero de Soria en su edición del día 1 de febrero.
Cierto que no abunda, al contrario, es más bien escasa la información que existe al respecto, de manera que lo más fiable resulta acudir al recuerdo de alguien que tuvo el buen cuidado de contarlo a sus familiares más cercanos, alguno de los cuales se tomó la molestia y tuvo el capricho de publicarlo por escrito al cabo de los años para que quedara constancia.
En efecto, en el libro Vivencias en el Monte Valonsadero, J. Diego Hernández Aguilar, observa que “en las década de los años 20 el guarda era Anacleto Recio y vino a Valonsadero un vasco que arrendó la caza del monte por doce años. Hizo una casa en ”La Solanilla”, que actualmente llamamos “Casa del Guarda”. El tejado se hundió y se tuvo que construir de nuevo. Su nombre [el del arrendatario de la caza] era don Ricardo Maíz y Velarde, conocido como “El Bilbaíno” [que] contrató a cuatro guardas para que se encargaran de recoger los conejos y vigilar que no hubiera cazadores furtivos”,
Ricardo Maíz y Velarde era un gran aficionado a la caza, hijo de un emigrante bilbaíno a Méjico, donde hizo fortuna, se casó y nacieron sus tres hijos mayores. De regreso a Bilbao amplió sus negocios dedicándose a la construcción, la metalurgia y el sector financiero al tiempo que compartió la gestión de su actividad profesional con su afición a la caza, que acostumbraba a practicar en los montes de Soria, tiene escrito el estudioso Alberto Arribas.
En todo caso, la primera casa del guarda de Valonsadero no fue esta que nos ocupa sino la Casa de la Ciudad, todavía en pie pero en estado de ruina desde hace años. Según la Guía de Valonsadero editada por el Ayuntamiento de Soria, aunque no se conoce la fecha, siquiera aproximada de su construcción, se cree que pudo haberse levantado en la primera mitad del siglo XVIII como domicilio de la persona que se encargaba de cuidar el monte y proteger a los ganaderos de la zona.
¿Pero dónde está la Casa de la Ciudad? Mejor dicho, lo que queda. Dejando atrás la Vega del Cubillo y situados en el Puente del Canto se asciende por un antiguo camino carretero. Allí se extiende una amplia pradera situada en el alto desde la que se contempla una espléndida panorámica.
Hoy la que llamamos Casa del Guarda no tiene absolutamente nada que ver con el destino que tuvo en su día y si el edificio contiguo construido no hace muchos años, cuando se reformó el que funciona ahora como bar-restaurante.