Solicitud de la Sociedad Deportiva Alto Duero del Frente de Juventudes para celebrar competiciones deportivas en las fiestas de San Juan (Archivo Municipal)
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¿Alguien concebiría hoy unas fiestas de San Juan salpicadas de competiciones deportivas? Con toda sinceridad, no, por más que nadie cuestione la importancia que tiene el deporte y la práctica deportiva en la sociedad moderna. Tendría que suceder algo verdaderamente especial como aconteció cuando al Numancia le iba el ascenso a Segunda o Primera División, en alguna ocasión coincidiendo con día tan especial para los sorianos como es el Domingo de Calderas.
Sin embargo, situados en los años de la Posguerra Civil española, esta particularidad de introducir de matute pruebas deportivas en la programación sanjuanera se convirtió en algo habitual. Porque, en efecto, durante un tiempo se estuvieron celebrando en lugares concurridos del centro de la ciudad competiciones con las que se pretendía distraer a los sorianos de la fiesta central del día del mismo que, a mayor abundamiento, eran el caldo de cultivo para llevar a la conciencia de los sorianos las bondades del Movimiento Nacional.
Una de las primeras iniciativas de este tipo, a la que siguieron bastantes más, fue la que promovió la Sociedad Deportiva Alto Duero del Frente de Juventudes. Constituida en el mes de noviembre de 1950 bajo la presidencia del médico e Inspector de Sanidad, Narciso Fuentes López, cursó una solicitud al ayuntamiento de Soria en el mes de junio del año siguiente en la que señalaba “que ante la proximidad de las Fiestas de San Juan o de la Madre de Dios, con sus festejos tradicionales, desearía aportar su colaboración técnica para nuevos espectáculos que entran de lleno en la esfera de sus fines específicos, determinados en el Reglamento de su constitución”, por lo que solicitaban del Excelentísimo Ayuntamiento la colaboración para la puesta en marcha de unos “Campeonatos de Natación y Remo”, cuyas categorías se señalaban, a celebrar “en la tarde del Lunes de Bailas en el trozo del río comprendido entre el puente del ferrocarril Soria-Calatayud y la Ermita de San Saturio”.
Además ofrecía la celebración de “un partido de Baloncesto entre un equipo de esta Sociedad y otro de Guadalajara, a celebrar en la Plaza del Olivo después de la corrida de toros [aquel año fue novillada con picadores y un rejoneador, un festejo mixto en el argot taurino], disputándose un trofeo, que en el futuro podría ser disputado además por algún equipo de Burgos, en forma triangular”.
“Esta Sociedad –se añadía en la solicitud- prestaría el material necesario para dichas competiciones y la colaboración técnica para llevarlas a cabo, solicitando de esa Corporación una subvención de TRES MILPESETAS para gastos de organización más los propios que se estimen pertinentes para los ganadores de las mencionadas pruebas”.
La petición, presentada en el Registro del Ayuntamiento el 15 de junio, tuvo respuesta inmediata. Pues, en efecto, con fecha 22 el Ayuntamiento contestaba con un escrito del siguiente tenor: “Como contestación a su instancia en la que solicita colaboración de este Ayuntamiento para celebrar diversos espectáculos el Lunes de Bailas, la Comisión de Festejos de este Ayuntamiento ha acordado subvencionar con la cantidad que solicitan las competiciones que proponen. Lo que traslado a V. para su conocimiento y satisfacción. Dios guarde a V. muchos años”.
Dicho y hecho, las competiciones se desarrollaron según las previsiones.