La plaza de San Esteban en una imagen de 1930 cuando se llamaba plaza del Vizconde de Eza (Foto de Luciano Roisin. Colección Tomás Pérez Frías)
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El pleno del Ayuntamiento del pasado 20 de febrero acordaba el cambio de denominación de la céntrica plaza de San Esteban por el de “las Mujeres”. No hubo unanimidad en la Corporación pero la mayoría del Grupo de Gobierno (PSOE) fue suficiente para que saliera adelante la petición del Consejo Municipal de la Mujer, que fue el que formuló la propuesta.
La decisión del cambio de nombre vuelve a poner de manifiesto las carencias que tiene el callejero, y lo que es más importante: el criterio o criterios que se manejan –suponiendo que existan, pues uno tiene fundadas dudas- a la hora de poner denominación a las nuevas calles o como en el caso que nos ocupa para cambiarlas el nombre, que en aras de la tan constantemente pregonada transparencia merecería la pena que se dieran a conocer con la publicidad suficiente para evitar cualquier malentendido por muy justificada que pueda estar la decisión.
Dicho lo cual, la céntrica plaza de San Esteban no es la primera vez que cambia de denominación y puede que tampoco sea la última. No hay más que echar una vista al callejero.
Pero, vamos, sin entrar en demasiados detalles, lo de plaza de San Esteban tiene que ver con la iglesia de esta advocación desmantelada en 1804, como bien constata el investigador y estudioso José Ignacio Esteban Jáuregui en un documentado y riguroso estudio sobre nombres de antiguas calles y plazas de Soria.
Con la instauración de la Primera República, desde el 5 de octubre de 1868 la Plaza de San Esteban pasó a denominarse Plaza de Serrano, nombre que mantuvo hasta 1922, pues a partir del 16 de marzo tomó el de Plaza del Vizconde de Eza. Fue el año en que, como bien recuerda Jáuregui, se debatió el cambio del nombre de la provincia de Soria por el de Numancia.
La proclamación de la Segunda República llevó consigo el cambio de nombre. De tal manera que desde el 5 de abril de 1931 se acordó denominarla Plaza de la República, nombre que mantuvo hasta el 10 de septiembre de 1936, cuando un nuevo acuerdo del Ayuntamiento decidió que las calles que habían cambiado de nombre en 1931 volvieran a tomar las antiguas denominaciones, la Plaza de San Esteban fue una de ellas, que es el que se ha venido conservando hasta ahora.
Sin embargo, los sucesivos cambios de denominación jamás terminaron de ser asumidos por los sorianos, muy especialmente a raíz de la construcción del edificio del Banco de España, pues en efecto desde ese momento -se quiera o no- la Plaza de San Esteban pasó a ser conocida como la “plaza del banco”, que es el nombre que ha pervivido por encima de cualquier otro.
Por lo demás, quizá convenga señalar también, que la Plaza de San Esteban, desde ahora “de las Mujeres”, sufrió un importante cambio de imagen en los primeros años cuarenta del pasado siglo XX cuando tras retirar los jardines que le conferían personalidad propia, en 1947 fue objeto de la urbanización que, con muy ligeras modificaciones, conocemos hoy.
Y tampoco estará de más hacer un breve recorrido por los contados edificios de referencia y establecimientos comerciales con los que crecieron sucesivas generaciones de sorianos, que merece la pena recordar. En efecto, tomando como punto de partida el edificio del Banco de España, a su derecha, mirando al Collado se encontraba la casa de la Caja General de Ahorros y Préstamos de la Provincia de Soria –la Caja de siempre-, el edificio que conocemos ahora como Centro Cultural Gaya Nuño; la peluquería de caballeros (sic) de Miguel Gómez; el comercio de Redondo y Jiménez, con fachada asimismo al Collado, y delante de este el carrillo de los helados de los Fuentes durante el verano. En la acera de enfrente, la tienda de tejidos de Ángel del Amo (luego Nuevas Galerías), con doble fachada también al Collado y a la propia plaza; y la conocida como casa de Hermenegildo García con esquina a la Plaza del Olivo en cuyo semisótano estuvieron los recordados futbolines. Y en el centro, en la parte más próxima al Collado, frente al recordado bar Argentino aquel puesto de venta de prensa, de vida efímera, de la Hemeroteca Nacional, y el tenderete de “las garrapinchas”. Sin olvidarnos, por supuesto, de la tómbola que en alguna ocasión se plantaba al final de la zona de descanso de la plaza, como tampoco de la polémica del parquin, recién comenzada la década de los noventa, que no tuvo más remedio que reconducir el Ayuntamiento del Popular Virgilio Velasco ante la cada vez más creciente presión de la calle, decantándose finalmente porque ocupara únicamente la plaza del Olivo.
Un último apunte. El Boletín Oficial de la Provincia del viernes 6 de marzo de 2020 dio oficialidad al acuerdo con un texto tan lacónico y poco ilustrativo como el siguiente: “El Pleno municipal [del Ayuntamiento de Soria] en sesión de fecha 20mde febrero de 2020 adoptó el siguiente acuerdo: “Cambiar la denominación de la Plaza de San Esteban por Plaza de Las Mujeres”. En el lugar y fecha indicados. Soria, 4 de marzo de 2020.- El Alcalde, Carlos Martínez Mínguez”. Sin comentarios.