Cuadro de premiados en la Gala Provincial del Deporte de 2003.
—–
El próximo viernes día 11 de marzo se celebrará el acto de entrega de los Premios Provinciales del Deporte en el Centro Cultural Palacio de la Audiencia. Se trata de una efeméride que desde que se instaurara en 1969 no ha dejado de estar presente en la cita anual salvo en el trienio comprendido entre 1979 y 1981, ambos inclusive.
No existe documentación acerca de cómo surgió la idea de premiar a los mejores deportistas sorianos, o al menos no han dado con ella los contados investigadores que han tratado de averiguarlo, aunque todos los indicios apuntan a que la cuestión se planteó en la entonces denominada Junta Provincial de Educación Física y Deportes, un Órgano de la Secretaría General del Movimiento, no se sabe si por los presidentes o delegados de las federaciones o por el aparato de la Organización, que se cree lo más probable.
En los primeros años de andadura, la Junta Provincial de Educación Física y Deportes, primero en su sede de El Collado y más tarde en la calle Cortes, desarrolló fundamentalmente una tarea administrativa rutinaria sin demasiada proyección al exterior. Las Organizaciones del Movimiento -Frente de Juventudes y Sección Femenina-, la Organización Sindical y las Federaciones deportivas a través de las asociaciones y los clubes federados, tenían sus propios programas de actuación.
Por otra parte, el Régimen de Franco, en plenitud de su madurez, comenzaba a tener fisuras, que en la faceta deportiva no venían ni más ni menos que de la oposición encubierta de los dirigentes de algunas entidades y asociaciones privadas que se resistían a desarrollar su actividad en el corsé del marco oficialista y constituían su propia organización. En Soria era el caso del Centro Excursionista Soriano, Moto Club Numancia, Sociedad Montañera Urbión, Club Ciclista Soriano, Club de Ajedrez Numancia y Club Náutico Soriano entre otras que se recuerden, todas con importante actividad en la época.
En algunas provincias llevaban ya algunos años distinguiendo a los deportistas que más destacaban en distintas facetas de la actividad deportiva. Se pensó hacer algo parecido en Soria. Y se hizo.
De modo que en octubre de 1969 se publicaron las bases de los primeros premios provinciales del deporte. La convocatoria la hizo la Junta Provincial de Educación Física y Deportes con la firma del Gobernador Civil y Jefe Provincial del Movimiento-Presidente, Antonio Fernández-Pacheco, aunque el verdadero impulsor, si bien en un segundo plano, era Blas Carretero García, hombre clave en el entramado deportivo de Soria, a la sazón Delegado Provincial de Juventudes y de Educación Física y Deportes, y Vicepresidente de la Junta, el que impulsaba tan novedosa iniciativa.
Según las bases de la convocatoria se otorgó un Trofeo por cada categoría (masculina y femenina) y especialidad deportiva; era requisito indispensable tener más de 14 años para la categoría femenina, y más de 18 para la masculina, y las propuestas tenían que formularse a través de los clubes y Organismos del Movimiento y enviarse a la “Casa del Deporte”.
La concesión de los trofeos correspondía a la Comisión Permanente de la Junta, integrada en su mayoría por funcionarios de la Delegación Provincial de Educación Física y Deportes y del Movimiento y personas afines, aunque las bases contemplaban también la presencia de “aquellas personas relacionadas con el deporte que se estime conveniente”.
En efecto, la tal Comisión Permanente decidió los ganadores en cada una de las secciones, y el último día del mes enero de 1970, el Pleno, en el que estaban representadas las federaciones -cuya titularidad ostentaban en buena parte cargos de las Organizaciones del Movimiento- y particulares designados por el propio Presidente, conoció las designaciones.
Aquella misma tarde se celebraba en los salones del Círculo Cultural Medina de Sección Femenina (Colegio Menor “Antonio Machado”, el femenino, como se conoció en sus primeros años de existencia sito en la plaza de José Antonio, hoy de Odón Alonso, junto al viejo campo de deportes de San Andrés) lo que en algunos ámbitos se presentó como “un acto social” y para el público como “Acto de exaltación deportiva”.
Porque, en efecto, además de la entrega de las recompensas y trofeos a los mejores deportistas, se concedieron también los premios del concurso de fotografía sobre temas deportivos, los distintivos nacionales de aptitud deportiva, y diplomas de honor a los “órganos de información provincial: prensa, radio y televisión”.
A José Luis Calvo Álvarez, entonces en el equipo olímpico español de tiro con carabina y uno de los grandes deportistas que ha dado Soria, le cabe el honor de haber inaugurado la lista de galardonados de los Premios Provinciales del Deporte.
Así transcurrió una década hasta que en 1980, en plena etapa preautonómica, dejó de celebrarse. Poco después, en 1983, al margen del oficialismo o cuando menos no tan en primera línea, se retomó la iniciativa. El periódico Campo Soriano y la emisora local de Radio Cadena Española asumieron el reto de la organización hasta 1988 en que dejó de publicarse aquél.
El relevo del desaparecido Campo Soriano lo tomó al año siguiente el entonces Soria Hogar y Pueblo, y junto con la emisora, que había cambiado a su actual denominación, Radio Nacional de España, vinieron asumiendo la convocatoria y desarrollo de la Gala hasta 1996.
Una serie de circunstancias de todo tipo que no vienen al caso, la fundación de las asociaciones profesionales de periodistas deportivos, entre ellas la de Soria, y, sobre todo, el firme propósito de la Junta de Castilla y León, de dar un decidido cambio de timón, acabó con aquella etapa para dar paso, a partir de 1997, a la actual, en la que primero la Asociación Soriana de la Prensa Deportiva y la Delegación Territorial de la Junta se encargaron conjuntamente de que la Gala perviviera, y desde 2012 la Asociación Soriana de la Prensa Deportiva en solitario con la colaboración de la Caja Rural de Soria y del Ayuntamiento de la ciudad han garantizado la continuidad. Desde el lejano 1969 hasta hoy, han transcurrido cuarenta y seis años.