LA FIESTA DE LOS ESTUDIANTES

Fachada del Instituto Nacional de Enseñanza Media, hoy Antonio Machado, en una imagen de los años cincuenta del pasado siglo XX (Archivo Histórico Provincial)

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Estos días han vuelto a salir las tunas a las calles para celebrar la fiesta de San Tomás de Aquino, patrón de los estudiantes, que desde hace años figura en el calendario litúrgico el 28 de enero, este 2018 coincidió con el pasado domingo.

Es la única manifestación externa de una de las fiestas tradicionales de la ciudad que antaño marcaba en cierto modo no solo el calendario de los estudiantes sino el de los sorianos en general.

En tiempos la fiesta de Santo Tomás trascendía los límites del ámbito estudiantil pues la efeméride lejos de limitarse al día del teólogo y filósofo italiano se desarrollaba a lo largo de tres jornadas con una programación en la que además de los estudiantes participaba la población soriana.

Santo Tomás de Aquino era el 7 de marzo, una fecha que los centros de enseñanza de la capital celebraban con la mayor de las solemnidades. No hay más que echar mano del recuerdo, y si se quiere de la hemeroteca, para advertir que el día grande comenzaba muy temprano con disparo de salvas y cohetes anunciando el programa de festejos. A media mañana se izaban las banderas en el Instituto Nacional de Enseñanza Media (hoy Antonio Machado), conocido en la época como el Instituto, entre otras razones porque era el único. Luego había misa en la iglesia de los Franciscanos, y a partir de aquí se desarrollaban las actividades lúdicas a lo largo y ancho de los dos días siguientes.

Pues en efecto, el Cuadro Artístico de los Centros de Enseñanza solía ofrecer una representación en el mítico Teatro-Cine Avenida con lectura en el entreacto del trabajo literario premiado al concurso que se tenía por costumbre convocar.  Había exposición de periódicos murales y en el Campo de Deportes de San Andrés competiciones de atletismo, partidos de pelota a mano, campeonatos de gimnasia deportiva, balonmano y baloncesto, del mismo modo que  partidos de tenis de mesa entre los equipos femeninos de los Centros de Enseñanza de la capital. Tampoco faltaba en ocasiones una carrera ciclista que tenía como itinerario la clásica vuelta al circuito Soria-Las Casas-Ventorro-Soria.

El último día de las celebraciones, al caer la tarde, se arriaban las banderas en el Instituto Nacional de Enseñanza Media, y las fiestas de Santo Tomás terminaban con la entrega de premios de las competiciones celebradas en un acto presidido por el Gobernador Civil en el Hogar de las Falanges Juveniles de Franco ubicado en  el Palacio de los Condes de Gómara.

Con este, o muy parecido programa, estuvo celebrándose la fiesta de San Tomás, siempre el 7 de marzo, aunque con el paso del tiempo los demás centros de enseñanza media de la capital fueron tomando protagonismo. A finales de los años cincuenta apareció la primera tuna, integrada por alumnos del colegio de San José de los Padres Franciscanos. Entonces la celebración religiosa tenía lugar en la Colegiata (hoy Concatedral) y en el estudio grande de Radio Soria, entonces en la planta ático del Palacio de los Condes de Gómara, en el que se celebraban las emisiones cara al público, se desarrollaba el acto académico central, que presidía el Gobernador Civil acompañado de las primeras autoridades locales y provinciales. En todo caso, la organización de la fiesta de Santo Tomás de Aquino seguía teniendo la impronta del Frente de Juventudes, que era el encargado de organizarla.