LOS NOMBRES DE LAS CALLES

Subida a la plaza del Carmen desde La Arboleda (Archivo Histórico Provincial)

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De vez en cuando nos hemos referido a los nombres de las calles y nos hemos preguntado por los criterios que sigue el Ayuntamiento –si es que los tiene- a la ahora de acordar nuevas denominaciones o simplemente cambiar un nombre por otro, circunstancias ambas que suelen ocurrir con frecuencia, al menos en los últimos tiempos.

El más reciente, en este caso cambio de denominación, lo decidía el pleno de la Corporación Municipal del pasado 12 de abril cuando acordó dar el nombre de Luisa de Medrano a la calle peatonal paralela a la de Los Santeros, en la moderna urbanización próxima al camino de Los Royales. Luisa de Medrano –se argumentó para la ocasión- fue una soriana a la que le cabe el honor de haber sido la primera mujer catedrática de Universidad a comienzos del siglo XVI, en el año 1508, para ser precisos. No se supo ni se dijo nada más. Cabe suponer que se hiciera con todos los predicamentos, y conste que no hay motivo alguno para ponerlo en duda.

Pero, ciertamente, resulta extraño que como viene siendo habitual ante la menor decisión, por intranscendente y banal que sea, que toma el Consistorio, y en general los políticos, no se hiciera ningún tipo de anuncio y ni siquiera se publicara aunque solo hubiera sido un currículo muy breve para conocimiento de los sorianos que de buenas a primeras se han encontrado con el cambio de denominación de una calle, que no era nueva, al tiempo que no han tenido más remedio que quedarse con las ganas de saber algo más de esta mujer pionera en la docencia universitaria.

En fin, hecho está y no hay que darle más vueltas. Aunque en todo caso, y por si faltaran ideas acerca de nombres que poner a nuevas calles de la ciudad que vayan surgiendo, se dejan a continuación unos cuantos que brotan de la imaginación mientras se escribe: Julián Marías, Benito Gaya Nuño, Mariano Íñiguez Ortiz, Mariano Íñiguez García, Club Deportivo Numancia, Plaza de la leña, De los poetas, Venerable Madre Clara, Pedro Laín Entralgo, Lavalenguas, El Catapán, Martes a Escuela, Del Pregón de Fiestas, Plaza de la Provincia… Todos tienen su particular historia y méritos más que suficientes para que puedan figurar en el callejero junto a una retahíla que en la mayoría de los casos no dicen absolutamente nada y ni siquiera tienen vinculación alguna con la ciudad. Podrían añadirse bastantes más a la poca docena larga que se han citado.