VÍAS DEL PASO A NIVEL

Vista parcial de la zona en la que se encontraba el paso a nivel del ferrocarril de la calle Almazán, con la caseta del guardabarreras -la más pequeña-al fondo, en el centro (Archivo Histórico Provincial)

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En su edición de hace unos días el periódico local Heraldo-Diario de Soria, llevaba en un de sus páginas interiores una información sobre la aparición de vías del tren en la calle Almazán de la capital como consecuencia de los las obras que se están ejecutando en el entorno para la construcción de la red de calor a cargo de una empresa privada, que por cierto lleva un tiempo teniendo patas arriba a las calles de esta zona de la ciudad y otras anejas. Una noticia que desde hacía algunos días era un secreto a voces pues ya la mañana del martes 27 de febrero algún soriano que suele estar al tanto de lo que se cuece en la ciudad en este tipo de historias había advertido, con evidente satisfacción que no tardó en comunicar a su círculo de allegados, el desenterramiento de unos raíles que en su día formaron parte de la infraestructura ferroviaria de la ciudad y en concreto del ferrocarril Soria-Torralba y la desaparecida estación de San Francisco, la que conocíamos como Estación Vieja y ha dado nombre a la zona.

Lo que no contó el periódico es que ese tramo de la vía del ferrocarril ahora descubierto correspondía al paso a nivel que había en la calle Almazán, esquina a José Tudela, pues no conviene olvidar que el antiguo trazado de la línea Soria-Torralba discurría precisamente por allí para continuar por el actual aparcamiento del viejo campo de Los Pajaritos y la calle Antonio Segura Zubizarreta –esa que no tiene salida pues se topa con el terraplén del Campus Universitario-  hasta el puente de hierro elevado que permitía cruzar el barrio de La Rumba y dirigirse a Maltoso, donde por cierto aún queda una caseta junto a la antigua vía del ferrocarril.

Tampoco conviene perder de vista que en el entorno se encontraban las instalaciones de las Explotaciones Forestales hasta que se decidió su traslado al final de la estación del Cañuelo, donde pueden verse los barracones abandonados y en estado de ruina, esos que el Ayuntamiento pretende revalorizar como se ha sabido últimamente para construir la estación intermodal.

Un último apunte sobre el desaparecido y bien recordado paso a nivel de la calle Almazán. El último vestigio lo constituía una de las columnas de hormigón donde el guardabarreras ataba las cadenas para cerrar al tráfico la circulación de vehículos que salían o entraban a la ciudad cuando iba a pasar el tren, que fue retirada hará ahora veinte años, al construirse el edificio con fachada a la propia calle Almazán y a las de José Tudela y Camino de los Toros en el último solar sin edificar que quedaba. Por cierto, también se sabe quién se quedó con el poste como recuerdo.